Aprendiendo en tu idioma

Páginas

jueves, 10 de noviembre de 2016

LA OVEJA PERDIDA

LA OVEJA PERDIDA

Un pastor llega hasta lo alto de una montaña buscando a una oveja perdida

Imagínese la siguiente escena: En un día soleado, en un prado están las ovejas pastando, de pronto llega un pastor y se percata que le falta una de las treintas que tenía. Se pregunta: ¿Dónde estará? ¿Qué habrá pasado con ella? ¿Estará totalmente perdida? ¿Habrá quedado sin protección en un valle donde hay depredadores? Sin demora deja allí las veintinueve que tenía y va en busca de la perdida. Sube a lo alto de la montaña a modo de obtener mayor vista y poder hallarla pronto. Allá a lo lejos la ve totalmente herida, casi muerta. Corre hacia ella, la toma en brazo, la envuelve con una camisa y la lleva de vuelta a casa.

 Ahora, piense por un instante: ¿Cómo se habrá sentido usted si fuera la oveja perdida? ¿Cómo habría reaccionado si un amigo lo hubiese encontrado y llevado a casa? Dios es ese amigo que está tan cerca de cada uno de nosotros, acude a nuestro encuentro en el momento que más necesitamos. Por tanto, podemos compararlo con un pastor excelente, de hecho en la biblia se lee en Ezequiel 34: 11, 12 lo siguiente: “Ciertamente buscaré a mis ovejas y las cuidaré”.

¿Qué cualidades tienen las ovejas de Dios? ¿Quiénes son? Sabemos que la cualidad más sobresaliente de Dios es el amor, de hecho en 1 de Juan 4: 8 dice que Dios es amor. Además de esta cualidad tan sobresaliente están otras como la sabiduría, el poder y la justicia. Queda claro, que las ovejas de Dios deben poder reflejar dichas cualidades, y ser ante los demás personas que reflejen la personalidad de él; en otras palabras, estas ovejas son las personas que lo aman y le rinden adoración. La Biblia dice: “Entren, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su apacentamiento y las ovejas bajo su cuidado” (Salmo 95:6, 7). Los que adoran a Jehová desean ir tras su Pastor, como hacen las ovejas. Pero no siempre lo logran. A veces, los siervos de Dios son como ovejas dispersadas, perdidas o descarriadas. Aun así, cuando alguien se aleja, él no lo abandona como si fuera un caso perdido.

¿Siente usted que Dios sigue siendo su Pastor? En la actualidad, ¿de qué forma nos cuida él como un pastor? Analicemos estas preguntas.

1. Nos alimenta en sentido espiritual. “Las apacentaré en buenos pastizales”, dice Jehová. También asegura: “Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos” (Ezequiel 34:14). Jehová siempre nos ha dado una gran variedad de alimento espiritual al tiempo apropiado. ¿Se le viene a la mente algún artículo, discurso o vídeo que haya sido la respuesta a sus oraciones? ¿No le hizo sentir que Jehová se interesa por usted?

2. Nos protege y ayuda. Jehová promete: “A la dispersada traeré de vuelta, y a la quebrada vendaré y a la doliente fortaleceré” (Ezequiel 34:16). Jehová da fuerzas a quienes se sienten debilitados o abrumados por las preocupaciones. Él venda a las ovejas heridas para que se curen si alguien les ha hecho daño, incluso alguien tan cercano como un familiar o amigo. Y ayuda a volver al redil a las perdidas y a las que tal vez estén luchando con sentimientos negativos.

3. Nos busca si nos perdemos. “Las libraré de todos los lugares a los cuales han sido esparcidas”, dice Jehová. Y además promete: “A la perdida buscaré” (Ezequiel 34:12, 16). Para Jehová, ninguna oveja perdida es un caso perdido. Él nota cuando una de ellas se pierde, así que la busca y se regocija cuando la encuentra (Mateo 18:12-14). De hecho, él llama a sus siervos verdaderos “mis ovejas, las ovejas de mi apacentamiento” (Ezequiel 34:31). Usted es una de esas ovejas. Para Jehová, ninguna oveja perdida es un caso perdido. Él se regocija cuando la encuentra. Hace que seamos de nuevo lo que fuimos antes.

Piense en la siguiente pregunta: ¿Por qué lo está invitando Jehová a regresar a él? Porque quiere que usted sea feliz. Él promete que derramará muchas bendiciones sobre sus ovejas (Ezequiel 34:26). Y no son palabras vacías. Usted ya ha visto en su vida prueba de ello. Así que regrese a Jehová lo antes posible.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su participación en este blogs.